Gato Pérez vuelve a Caldes 25 años después
Pestanyes primàries
Después de meses de trabajo y de incertidumbre ya podemos decir que al final hemos podido materializar un pequeño homenaje a Gato Pérez. Había dos razones básicas que nos hacían creer en la urgencia de llevar a cabo algún tipo de acto relacionado con el Gato. En primer lugar, este año 2015 es un año cargado de simbolismo, se cumple el 25 aniversario de su traspaso. En segundo lugar se junta el hecho de que el Gato vivió los últimos años de su vida en Caldes de Montbui. A estas alturas todavía no se había realizado ningún tipo de acto con ciertas garantías. Por lo tanto, nos encontrábamos con la excusa perfecta para montar alguna historia.
Cabe decir que para materializar toda esta "movida" ha sido indispensable el empuje de Miriam Viaplana, directora de la emisora municipal, una persona activa y con ganas de hacer cosas. Hablando desde un punto de vista personal, es de agradecer que haya personas que estén pendientes de tus pasos y que te abran las puertas y te den las facilidades para compartir lo que has realizado. Durante 2014 ya habíamos hablado del hecho de hacer alguna acción alrededor del Gato, teniendo en cuenta que en 2015 era el 25 aniversario del traspaso y que la radio cumplía 35 años. Sin embargo, la historia no acabó de tomar forma hasta que a principios de año fui a ver a Miriam para llevarle el libro de Manel Joseph, El nét del Vigilant (Els Llums, 2015). Allí ya empezamos a concretar lo que hacía meses que tramábamos y días después ya mantuvimos una reunión que marcó el punto de inflexión. Restructuramos el proyecto, vimos las posibilidades, lo trasladamos al papel y empezamos el pesado y sinuoso camino de las negociaciones en las que por desgracia se perdieron algunas propuestas. No obstante, el resultado que hemos conseguido es de lo más digno y bonito, aunque suene cursi. Finalmente ha quedado una historia modesta, sincera y bastante completa. Lo fantástico de este encuentro, homenaje, o como se quiera decir, es que se ha hecho desde el corazón y sin la presión aquella de cuando se han de montar según qué tipo de "tinglados" en que te ponen a no sé quién, tienes que ceder para que salga el otro, decida aquél, o el de más allá.
Todo esto ocurrirá el viernes 9 de octubre en Caldes de Montbui, y se enmarcará dentro de los actos de la Fiesta Mayor. Durante la mañana se retransmitirá un programa de radio en la emisora municipal en torno a la figura del Gato. Ya por la tarde, a las 19:00 horas haremos una mesa redonda que lleva por título: La vigencia de Gato Pérez 25 años después. En esta mesa participará Karles Torra, amigo y un gran experto musical que nos introducirá en la vida y la obra del Gato; Manel Joseph, cantante de la Orquestra Plateria, compañero del Gato, amigo del Gato y no sé cuántas cosas del Gato; y Carles Flavià, un buen amigo de "barra", y dejaremos las coñas para que las explique él mismo. También nos apoyará Oriol Farràs, de Forcat, ya que paralelamente se inaugurará la exposición Gato Pérez, el poeta de la rumba catalana cedida por dicha entidad. No me quisiera dejar otras personas que también estarán con nosotros. A mí, particularmente me hace especial ilusión y agradezco mucho que nos acompañe Jessica Pérez, hija del Gato. Me dejo nombres, otros que no podrán venir y muchos que nos gustaría que vinieran, como por ejemplo Rafael Moll, artífice del éxito del Gato.
Por último, a las 22:30, en la carpa de la fiesta mayor habrá la actuación de la Orquestra Plateria con las pausas habladas de Carles Flavià. Era evidente que si había una actuación musical no podía faltar la Orquestra Plateria. Había tres motivos básicos, el primero el hecho de que Gato Pérez, a pesar de no haber tocado nunca con la Orquesta Plateria fue uno de sus fundadores e ideólogos. En segundo lugar, el líder de la Plateria es Manel Joseph, una persona imprescindible para entender el cambio de rumbo que en su día inició el Gato. En tercer y último lugar, la Orquestra Plateria ha mantenido el legado y la obra del Gato a través de las versiones que ha interpretado durante todos y cada uno de sus conciertos. Ya sea en los peores momentos, en los mejores, en los que se ha recordado más a Gato, o en los que parecía que se olvidaba a Gato. La Orquestra Plateria ha sido la única antorcha que no se ha apagado nunca en la reivindicación de la figura y la obra de Gato Pérez.