Happening 1975, Silvestre Torra, SITO FILMS
Pestanyes primàries
Paseando el libro de Karles Torra, Dalirium Sonic, me he encontrando con nuevos regalos y descubrimientos inesperados. Hace unos meses conocí el cineasta Silvestre Torra (1926), un hombre con una filmografía muy extensa. Su obra bascula entre el cine de autor y el documental.
Yo no soy un experto en cine ni me veo capacitado para hacer según qué juicios, menos aún situar la obra de Silvestre Torra en la historia de nuestro cine. Lo que si puedo hacer es hablar de lo que yo he visto. También la sorpresa de ver que ni las grandes instituciones ni los expertos y estudiosos de este arte no estén por el tema.
Descubrí Silvestre Torra a raíz de una película que rodó en 1975 en Caldes de Montbui que documenta el Happening que se realizó en la localidad Vallesana. Un Happening que nació a partir del Happening con eco planetario protagonizado por Salvador Dalí el año anterior en Granollers.
Una vez hecho el descubrimiento pude conocer a Silvestre y documentarme sobre su obra cinematorgràfica gracias a la mediación de Karles. Silvestre tuvo la amabilidad de dejarme colgar la película del Happening. Cabe decir que de aquel encuentro salí mareado, en el buen sentido, después de haber asistido a un fabuloso descubrimiento tanto humano como artístico.
Una vez digerido todo ello y tras varias semanas de reposo me veo en condiciones de hacer cuatro notas y dar algunas pistas a media tinta, ya que el tema "Silvestre" necesitaría un montón de horas de trabajo y estudio. Daría para un libro, una buena retrospectiva, un buen reportaje y todavía nos quedaríamos cortos. Yo lo dejo ir, si alguien coge el testigo ya sabe que existe la obra, el personaje y todo el fondo documental sobre la historia del cine, maquinaria ...
De entrada nos encontramos ante un director que ha rodado más de 100 películas. Su obra ha recibido premios en certámenes españoles y europeos. En cuanto a películas de autor sus obras premiadas han sido títulos como Lecciones de inglés (1955), Els vasos rodolen i es trenquen (1971) o Érase una vez un país (1977). Esta última sitúa la acción en las primeras elecciones democráticas que se hicieron en nuestro país tras la muerte de Franco. El final es digno de ver y tiene una vigencia que asusta. No lo cuento porque hay que verlo para que no pierda la gracia.
Entre la obra premiada encontramos también documentales que parten de retratos a personajes importantes de la cultura, con títulos como Recordant a Pau Casals (1978), Santiago Rusiñol (1986) o Intimitat de l’escultura (1980) por citar sólo tres. En otro serie se sitúan varios filmes documentales también premiados como Andorra 700 anys d’historia (1979) o Santes Creus (1973), entre otros. También me llama la atención todas las películas rodadas que testimonian eventos de alto valor cultural e histórico como Franco en Rubí (1963), Altafulla i Rodalies (1954) o el mismo Happening (1975) del que os hablaba al principio. La lista es larga y podría ir enumerando todas las perlas que se encuentran dentro de la filmografía de Silvestre Torra pero me haría demasiado pesado y técnico. No obstante, pienso que con estos ejemplos uno ya se puede situar.
En cuanto a la persona, me llama la atención que Silvestre se define como cineasta "amateur". La que fue su productora, SITO FILMS, me la presenta como Productora Catalana de Films Amateurs. Por lo que entendí de lo que él me contaba y las aclaraciones que me hizo posteriormente Karles, Silvestre no había querido ser nunca un cineasta profesional. Según decía eso lo hubiera privado de la libertad de hacer las películas que quisiera, con quien quisiera y cuando quisiera. El encorsetamiento en el que te sitúa el hecho de querer hacer del cine un modo de vida le habían parecido siempre que era pagar un precio demasiado alto. Y por eso había elegido ser un director "amateur". Debo reconocer que a mí me ha costado bastante digerir esta reflexión y no lo he asimilado hasta hace muy poco tiempo ya que en general tendemos a pensar en el "amateur" como una persona aficionada y que no domina el lenguaje ni la técnica, a diferencia del profesional, que es el que hace de ello su modo de vida. Con Silveste me he dado cuenta de que este cliché es muy matitzable y en muchos casos deberíamos cambiar o verlo desde otra perspectiva. No creo que su obra se pueda situar en un ámbito "amateur" tal y como se entiende hoy en día en nuestra sociedad esa palabra. Al contrario, su obra es del todo profesional leída en su época y en su contexto. Otra cosa es el hecho de que Silvestre escogiera tener ingresos en otros sectores para poder hacer un cine totalmente libre, sin presiones, sin la pauta que impone la industria. Su libertad llegó hasta el punto de tener su propio cine privado con dos salas de proyecciones.
Silvestre es de aquella clase de artistas que nos abren una puerta muy interesante que va más allá de cualquier debate, una elección hacia la libertad absoluta del artista. El trabajo alejado del foco mediático, hecho por impulso creativo y vital colocan la obra de Silvestre Torra en un plano destacado.