Manel Joseph & Gran Caiman, Rimas baratas

  • Posted on: 20 December 2011
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Cuando escucho a Manel Joseph tengo la sensación de estar ante uno de los últimos miembros de una generación de cantantes en claro peligro de extinción. Joseph es el último valedor de una tradición de cantantes irrepetibles que bebe de la fuente del mestizaje, mucho antes de que esta maldita palabra se pusiera de moda. Joseph ha estado presente en los últimos cincuenta años de historia de nuestra música y se ha ido adaptando y enriqueciendo con el paso del tiempo. Hoy, cuando todo está tan compartimentado y regulado, Joseph sigue resisistiendo con un estilo propio y único que la cegera de los grandes medios parece no ver, ni reconocer.
Durante su infancia participó del fuego de campo, en los años sesenta, ya en plena adolescencia y efervescencia de la Nova Cançó y el Grup de Folk, con los hermanos Clua formó el grupo Dos + Un que entrecruzaba la tradición catalana con el folk y el pop norteamericano. Con la entrada estrepitosa del rock progresivo se adaptó a los nuevos tiempos y continuó un camino que lo llevaría a ser una pieza clave en la historia musical de la Barcelona de los años setenta. Allí comenzó la parte de su carrera más conocida como líder de la Orquesta Platería. Con la Platería se adaptó al lenguaje de la salsa, el bolero, el cha-cha-cha, el mambo ... Eran años en los que Joseph participaba de muchos proyectos, desde músico de acompañamiento de Jaume Sisa, socio de Marià Albero en la Rondalla de la Costa como poniendo percusiones a trabajos de estudio de Barcelona Traction o Toti Soler. Otro de los logros más interesante de estos años y que muchas veces el gran público no conoce es que Manel Joseph fue uno de los artífices de la transformación de Gato Pérez, de cuando éste dejó el rock para transformarse en el renovador de una nueva manera de hacer rumba, una rumba eléctrica y cargada de poesía. Joseph se convirtió en la muleta en la que se apoyó Gato Pérez y le acompañó durante los primeros pasos. Incluso en el disco de debut de Gato Pérez comparte autoría en algunas de las canciones.
Los ochenta empezaron con éxito para Manel Joseph, la Orquesta Plateria trabajaba por toda España y firmaron éxitos como la tremenda versión de "Pedro Navaja". La última etapa de los ochenta y los noventa fueron años difíciles en los que Joseph siguió caminando y enriqueciendo su leyenda. Una cuestión que aún no había tratado es la forma de cantar de Manel Joseph, a mí me encanta, para empezar nunca desafina y tiene un timbre muy neutro con un punto de oscuridad que dan un resultado agradable y cálido. Ahora, después de años se ha decidido a editar un puñado de canciones que tenía escritas durante todos estos años de carrera y que forman el disco Rimas baratas, un álbum que ha sido tutelado por el gran maestro Xavier Batllés y en el que han participado músicos y amigos de vértigo como Víctor Ammann, Carles Benavent, Emili Baleriola, Jaume Sisa... El resultado es sorprendente, un disco inclasificable, rico, que se escapa de etiquetas y que toma un poco de aquí y un poco de allí y que muchos agradecemos por su variedad y porque es desacomplejado y único. En él encontramos variedad de estilos, canciones con lenguaje de rumba, otras que andan por el bolero, por el blues ... Letras cargadas de ironía, de crítica social hecha con elegancia, de amor, de recuerdos de infancia, de vidas y sueños.
El pasado sábado día 17 de diciembre de 2011 pude asistir a la presentación del disco en el CAT de Gràcia donde Joseph acompañado de Gran Caimán, un grupo hecho a su medida donde se podían ver algunas caras de la Platería como Pep Torres o Ángel Blázquez. El recital fue muy completo desgranando todas las perlas de Rimas baratas y añadiendo alguna versión imprescindible de Gato Pérez. Disfruté de lo lindo aunque me fui con cierta tristeza, la de estar ante una de las últimas leyendas de una forma de cantar totalmente libertaria y de uno de los últimos valedores de una generación irrepetible y que desaparece ante la ceguera de una Barcelona intoxicada por un mestizaje vacío que parece no respetar a sus maestros.