Sílvia Pérez Cruz y Toti Soler
Toti Soler fue el que me habló por primera vez de Silvia Pérez Cruz. Entonces Silvia aún no gozaba del prestigio y la fama a la que ha llegado. Toti me contaba que tenía un amigo que se llamaba Cástor, con quien compartía el arte de la canción y la comida en las barracas. Me explicó que el día que conoció a la hija de Cástor y ésta se puso a cantar intuyó algo especial. Según Toti, esa chica tenía una voz que lo contenía todo: alegría, tristeza, ternura, armonía, respeto... Decía que estaba tocada por los ángeles.