Gabriel Rosales, un humanista a la guitarra

  • Posted on: 20 March 2015
  • By: admin

Hace unas semanas recibí una llamada de Emili Baleriola en la que me decía que Gabriel Rosales nos había dejado. Emili me comentaba con tristeza que no había salido ninguna nota en los periódicos, ni habían comentado nada en la televisión o medios radiofónicos. El lamento de Emili iba más allá, no entendía cómo un país como el nuestro podía dejar en el olvido a un enorme músico como era Rosales (1942-2015).
Sin embargo, suerte que hay amigos y profesionales que se han preocupado de recordarlo. Hace unos días leí un sentido artículo que llevaba por título Gabriel Rosales músico! Recuerdo de un buen amigo y un maestro, lo firmaba Ivan Murray. También sé que Jordi Roura está preparando un Club Trébol en el que seguramente podremos disfrutar de alguna sorpresa inédita, además de un extenso paseo por la biografía de Rosales.
Yo tuve la suerte de conocer a Gabriel Rosales, aunque tengo que reconocer que me hubiera gustado tratarlo más y hacerme amigo suyo. Sin embargo, las horas que compartí con él, han quedado. Hasta ese momento, el nombre de Rosales me había llegado de dos maneras diferentes. Por un lado, por el imprescindible método de guitarra Cábalas con la guitarra (Fundación autor), un libro que es todo un clásico y que lleva no sé cuántas ediciones. La otra vertiente que conocía de Rosales era que había sido guitarrista de referencia de Joan Manuel Serrat o Lluís Llach, entre otros.


El origen de mi contacto directo con Gabriel Rosales llegó gracias a Manolo Bolao. Es importante destacar que Manolo Bolao fue un gran amigo de Rosales y el que lo introdujo en el mundo de la guitarra de jazz. Por mi parte, yo supe de la figura de Manolo Balao gracias al incansable guitarrista, productor y amigo Emili Baleriola, el mismo que me había llamado para notificarme el adiós de Rosales. Emili, a principios de los años ochenta del pasado siglo tuvo la visión de llevar al estudio a Manolo para que grabase un disco propio. Si no fuera por este gesto heroico de Emili, Manolo hubiera traspasado (como se dice ahora) sin haber dejado un testimonio directo de su estilo porque todo lo que había grabado hasta entonces era como músico de sesión o a las órdenes de otros. En 2013 animé a Emili para hacer una reedición del disco de Manolo Bolao, en formato vinilo e incluyendo una carpeta con dibujos del propio Bolao con una extensa nota biográfica para poder conocer más ampliamente al artista. Gracias a la complicidad de los amigos de Petit Indie aquel vinilo vio la luz e incluso todavía hoy se puede encontrar. A raíz de este hecho, nos animamos a moverlo. Lo primero que hicimos fue ir a Mallorca a presentar el disco, al fin y al cabo, era la tierra en la que Manolo había residido desde 1970 hasta su muerte y donde todavía había gente que lo recordaba. Además, allí contábamos con la complicidad del batería Salvador Font, que nos alojó en su casa y también tocó la batería para la presentación de la reedición que hicimos en Xocolat. Salvador también era el batería del disco. En aquella puesta en escena una pieza clave fue el guitarrista, amigo y alumno de Bolao, Toni Miranda.

El caso es que durante esos dos días que pasamos en Palma, Emili me comentó que quería ir a ver uno de sus maestros de la guitarra, Gabriel Rosales. Le insinué que si no le importaba, yo me apuntaba. Total que quedamos con Gabriel Rosales por la mañana, en un lugar donde él iba a desayunar con su señora. A primera vista, Rosales era un hombre de fuerte presencia, corpulento. Destacaba la barba blanca con tonos grises que lo hacían parecer todo un sabio. Su mujer estuvo poco rato con nosotros, imagino que debió ver que aquello era cosa de músicos. Se veía una persona muy vital, alegre, todo corazón. Gabriel nos invitó a ir a su casa, nos quería enseñar algo. Durante el trayecto, ya observé que tenía problemas de salud, ya que tuvimos que parar en varias ocasiones para descansar. Ya en su casa, nos enseñó el nuevo libro que estaba terminando, un nuevo método de guitarra pero en el que había introducido algunos textos en los que parecía que aparte de la guitarra como instrumento y como técnica, hacía énfasis en el componente humano, las vivencias personales, el modo de sentir el instrumento. Atendiendo lo que explicaba entendí que estaba frente a una persona que era algo más que un músico y profesor de guitarra. También vi que los años que había pasado en el estudio de grabación, en muchos casos habían sido tensos y de sufrimiento, donde no acababa de encontrar su sitio. O el impacto que le causó Jim Hall, de quien se convirtió en discípulo. Es muy gráfico y claro el ejemplo que nos puso y que le cambió la visión de cómo tocar la guitarra. Cuando se conocieron, Jim Hall le dijo que tocara para observarlo e inmediatamente Rosales comenzó a hacer notas recorriendo todo el mástil y sus seis cuerdas. Jim Hall le dijo que todo aquello estaba muy bien, pero cogió un trozo de cinta adhesiva y le tapó cinco de las seis cuerdas y le dijo: "Toca ahora". Era evidente, que este hecho le había marcado. Rosales nos explicaba que para tocar eran más importantes los silencios, la emoción y el conocimiento por encima de una gran rapidez poniendo notas o el virtosisme mal entendido. Al final de aquella conversación, en la que repasamos detalles de su biografía Emili le pidió consejo sobre pequeños detalles en la manera de tocar y Rosales le ayudó. En esa "master class" improvisada que tuve el privilegio de asistir como espectador me di cuenta que si algo era Gabriel Rosales, era un gran pedagogo. Aquel era su lugar, su mundo, el compartir conocimiento, enseñar, transmitir, comprender. Disfrutaba, se le veía contento, tranquilo, con ilusión, lejos de aquel mundo de giras, estudios de grabación, galas...
Gabriel Rosales era un humanista de la guitarra, porque tocaba y enseñaba a tocar la guitarra pero introducía un concepto nuevo y que muchas veces se olvida, el factor humano y filosófico, además de la técnica.
De él nos ha quedado su tratado de guitarra, imagino que en breve también veremos este segundo libro que estaba terminando cuando lo conocí. Sin embargo, es una pena que no se cruzara con alguien que lo hiciera entrar al estudio de grabación para que nos dejara un testimonio grabado de su música como Emili había hecho con Manolo.
Como decía al principio, había grabado y tocado para grandes artistas como Serrat y Llach, pero también con el Dúo Dinámico, Josephine Baker, Raimon, Pi de la Serra, The Platters, Waldo de los Ríos, Tete Montoliu, Raphael, Pedro Iturralde, Sacha Distel, La Trinca, Moncho... Miembro de la orquesta de TVE o integrante del grupo Nits de jazz.
Entre la guitarra que puso a muchos de estos artistas hay datos históricos importantísimos como la versión primigenia de "Mediterraneo" de Joan Manuel Serran en la que los primeros arreglos de los acordes de la guitarra rítmica son obra de Gabriel Rosales. Además, uno puede dar un paseo por álbumes tan míticos como Dedicado a Antonio Machado poeta (1969) o en directo con Lluís Llach, en Camp del Barça, 6 de julio de 1985, donde Gabriel Rosales pone la guitarra.
En este "Maremar" en el campo del Barça Rosales está tocando la guitarra de doce cuerdas. Si os fijáis lo enfocan en varias ocasiones.