Que en som d’animals, Manel Joseph y la indiferencia

  • Posted on: 23 September 2016
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En los últimos cinco años, la actividad artística de Manel Joseph ha sido muy productiva. En el año 2011 nos sorprendió a todos cuando pasados los sesenta se estrenaba con un disco en solitario, Rimas Baratas (AZ), un trabajo que no me cansaré nunca de reivindicar. Cuando salió ya escribí unas líneas que si alguien quiere recuperar, aquí las tiene: Manel Joseph & Gran Caimán, Rimas Baratas
Entre el año 2013 y 2014 tuve el honor de acompañarlo en la preparación de su primer libro, El nét del Vigilant (Els Llums). Se publicó en diciembre de 2014 y es un testimonio impagable de la historia musical que el artista ha vivido, así como los recuerdos de un barrio y de una ciudad que forman parte de una manera de vivir que ya se ha desvanecido.
En 2015 Manel volvió a primera línea mediática tras años difíciles al frente de la Orquesta Plateria cuando una oficina de "management" que mueve el “cotarro” los animó a celebrar los 40 años de la Orquesta. Manel no terminó de ver clara esta fórmula y al final se optó por hacer una gira de despedida. Acto seguido, televisiones, premios Altaveu, portadas de revistas, desplegables, especiales en TV3 como el que ofreció 30 minuts, radios y gente que parecía despertar animando a la Platería que no se fuera y que siguieran a pesar de no haber comprado nunca ningún disco ni haber ido a ninguno de sus conciertos. A partir de aquí con toda la maquinaria en marcha y más ayudas de los tentáculos de la citada oficina la Platería se embarcó en una gira por los principales auditorios y espacios de toda Cataluña y alguna salida fuera de los límites catalanes. Como resultado, un año brillante de trabajo para la Orquesta Platería.
Mientras la Platería se apaga, aunque confío en que vuelva a encenderse, porque como dijo Joan Manuel Serrat: "La Platería no lo va a dejar nunca!", Manel nos vuelve a sorprender y este 2016 edita su segundo disco en solitario, Que en som d’animals (Satélite K). Y si con Rimas Baratas disfruté, con Que en som d’animals vuelvo a tener la sensación de aire fresco, de libertad, de mestizaje bien entendido, de reposo, de sensibilidad, de alegría y de recuerdos. A través de los 11 temas que conforman el disco Manel vuelve a hacer lo que sabe hacer como nadie: coger todo aquel sabor de la salsa, la rumba, el rock, la canción de autor y la música étnica para vestirlo con aquel toque tan casero y Mediterráneo con la fórmula que sólo él conocel. El resultado es un disco inclasificable y muy suyo, como es él, un personaje único e irrepetible heredero y portador de una manera de hacer en peligro de extinción.


A primera vista a mí lo que más me ha impactado ha sido la versión que hace de "No volem esperar com abans" de Marià Albero, un tema con una fuerza brutal, con aquellos primeros rascados tan contundentes que Manel suaviza a ritmo de rumba, de tal forma que llega un momento en que no sabes si escuchas a Manel o a Marià Albero actualizado. Además, este tema me ha hecho volver a repasar la etapa de Marià Albero cuando era cantautor y escuchar la versión que él grabó con aquel estilo tan contundente, directo y poco armónico fruto de toda aquella escuela de cantautores valencianos que acabó siendo representada por Raimon.

En otro aspecto, la revisión de "Cançó de fugida" de los Dos + Un también toma un valor y un color actual, de hoy. La tercera de las versiones que conforma el disco es un tema instrumental de Mirasol Colores, "Brasileiro feliz", en el que Manel tras pensarlo durante años y agarrándose a los recuerdos le ha puesto una letra. A partir de aquí, "Cara de luz" y "M’ha renyat la reina", temas muy diferentes y con mucho contraste pero que tienen el mismo nexo en común, su Irene. Manel también saca su vena más reivindicativa en "Tot" y abre el disco con "Que en som d’animals", una especie de canto alegre y festivo que evoca muchas de las facetas y vivencias del animal humano.
El disco lo cierra con el "Salve Regina" recitado sobre la base de las percusiones que ya había usado en "Som del mar", en una especie de homenaje y recuerdo al desaparecido Carles Flavià. En las notas del disco, Manel explica que a principios de los años 80 le decía a Flavià que algún día la grabaría como exponente de auténtica música latina. Este trabajo se puede encontrar en formato físico en las tiendas que aún quedan, se puede pedir por internet o escuchar en Spotify.
El pasado 15 de septiembre Manel junto a Gran Caimán presentó el disco en el CAT de Barcelona. Fue una gran velada en la que incluso se apuntó Xavier Batllés. Un par de días antes había hablado con Manel para que me informara o me adelantara alguno de los conciertos que darían continuidad a la gira. Mi sorpresa fue mayúscula cuando Manel me dijo que tenía un par de cosas a concretar, pero que no había nada y que muy posiblemente sería "Presentación y despedida".
Un sentimiento de tristeza y de rabia recorrió mi cuerpo. ¿Por qué no se presta más atención a un álbum como este? ¿Por qué no se presta más atención a un artista como Manel? Cómo puede ser que los que manejan el cotarro en circuitos "acotados" cojan a Manel con la Platería y por otro lado cuando hace un buen trabajo en solitario no sean capaces ni de darle alguna migaja? Como es que los medios y la red que no paró de airear la Platería en el último año no sea capaz, salvo puntuales excepciones, de pararse ni un momento en este disco? Es mejor que pare de escribir porque terminaré diciendo cosas que luego me arrepentiré.
Que en som d’animals!!!