Balance del FICG
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Llegados a casa, apetece hacer un pequeño resumen para poner en orden y poder archivar la experiencia de nuestro paso por el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (México). El hombre Orquesta se proyectaba en la sección "Son de Cine" donde tuvimos el honor de compartir programación con el admirado Rubén Blades, a través del documental Yo no me llamo Rubén Blades.
Dicho esto, dar las gracias a In-Edit por el hecho que nos seleccionara para formar parte del cartel. A continuación, al Instituto Ramon Llull por creer que podíamos estar allí, aparte de organizar y gestionar el desembarco. Estuvimos muy bien y en todo momento nos sentimos acompañados y apoyados. Esto se agradece, te hace sentir tranquilo.
En el capítulo de gracias no me quiero olvidar de los profesionales que también formaban parte de la expedición catalana: directores, productores, técnicos... Estos desembarques en grupo son geniales para encontrarte con gente que ya conoces, otros que descubres y sobre todo para compartir y poner inquietudes en común. Evidentemente hay con quien tienes más afinidad, con quien te relacionas más. Siempre hay con quien ni siquiera cruzas una palabra pero esto es una excepción que siempre suele pasar. Agradecemos a todos el haber compartido estos días. Preferimos no poner nombres y dejarlo en plural porque siempre puede pasar que te dejes alguien y luego te sabe mal.
Con El hombre Orquesta hemos trabajado. Más allá de las proyecciones, el mercado del FICG ha servido para encontrarnos con profesionales de otros países, acabar de concretar contratos que la distancia e internet tenían casi finalizados y que en muchos de los casos el vernos en persona y hacer una apretón de manos han ayudado a consolidar. Más allá del trabajo propiamente dicho, lo que también ha sido muy enriquecedor es el haber compartido maneras de ver el sector, encarar nuevos proyectos y compartir inquietudes.
Dicho esto, Guadalajara es una ciudad de contrastes, de blancos y negros, de noche y día, caótica, de gente amable y servicial, de taxistas que cada vez te cobran precios diferentes por el mismo trayecto. Te puedes encontrar un muerto en medio de la calzada, como el que encontramos. En cada diez metros hay un puesto de comida ambulante, la gente camina todo el día, hace calor. Las distancias son muy largas. De una calle a otro le llaman "cuadra". Los dos equipos de fútbol que tienen en la ciudad hace décadas que no ganan nada. La gasolina está carísima a pesar de ser un país productor. Sus políticos son "enanos". Son "enanos" según me decía aquel señor porque no están a la altura y tienen al país inmerso en la corrupción y el caos. Violencia a parte, ya le expliqué a aquel señor de Tlaquepaque que en el aspecto "enano" no se diferencian mucho a los de nuestro país.
En el apartado culinario se come mucha carne, si es muy picante mejor. Cuesta encontrar algún rastro de verdura. Los dulces también están muy presentes. Abres un periódico y te sorprende la naturalidad con la que tratan los casos de asesinato. Son el pan de cada día. El redactado es curioso:
“... la localización de un cuerpo en medio de la calzada. El hombre estaba maniatado y envuelto en una bolsa negra. En los cruces entre calle 22 de junio y Agustín Lara apareció un cuerpo con huellas de violencia y con alambre recocido en el cuello...”
A nosotros todo esto nos sorprende. Ellos lo viven con total normalidad. Como igual viven el problema con el narcotráfico. Muchas casas tienen vallas electrificadas para evitar asaltos. Grupos de vecinos se organizan para hacer justicia por su cansancio ante una ley les deja de lado. Pero más allá de esto y de mucho más, Guadalajara es una ciudad amable, culturalmente muy interesante. Es bonito pasear por sus calles, observar y gozar.
Guadalajara, Guadalajara!
Guadalajara, Guadalajara!
Tienes el alma de provinciana
Hueles a límpio, a rosa temprana
A verde jara fresca del río
Son mil palomas tu caserío
Guadalajara, Guadalajara
Sabes a pura tierra mojada.
Ay! colomitos lejanos
Ay! ojitos de agua hermanos
Ay colomitos inolvidables
Inolvidables como las tardes
En que la llúvia desde la loma
No nos dejaba ir a Zapopan.
Ay! Tlaquepaque pueblito
Tus olorosos jarritos
Hacen más fresco el dulce tepache
Para la birria, junto al mariachi
Que en los parianes y alfarerías
Suenan con triste melacolía.
¡¡ARRIBA LAS CHIVAS!!
Ay! Laguna de Chapala
Tienes de un cuento la mágia
Fuerte de ocasos y de alboradas
De enamoradas noches lunadas
Quieta Chapala es tu laguna
Nóvia romántica como ninguna.
Ay! Guadalajara hermosa
Quiero decirte una cosa.
Tu que conservas el agua del pozo
De tus mujeres lo más hermoso.
Guadalajara, Guadalajara!
Tienes el alma más mexicana.
Ay, ay, ay!
Ay, ay, ay!
Guadalajara, Guadalajara!
(Vicente Fernández)