Febrero de Obiols
Solapas principales
Febrero de Víctor Obiols, febrero de Victor Bocanegra o fiebre de Obiols-Bocanegra. En cualquier caso, seguramente este mes de febrero de 2015 será un mes importante para mi admirado Víctor Obiols.
No es ningún secreto decir que escribo estas líneas con una mirada subjetiva, la de la admiración, el respeto, la amistad y el aplauso hacia un cantante, poeta, escritor, traductor, profesor y mucho más. Obiols es un hombre en peligro de extinción, único, inigualable, y más si partimos de que estamos en un país pequeño, culturalmente diminuto, confuso y donde se mezclan los que quieren agradar, los que no dicen nada, los del pasatiempo, los de las conexiones, los oficiales y los amigos y conocidos entre los verdaderos.
Obiols tiene ese punto de romanticismo al estilo de su admirado Rimbaud. No deja de ser un suicida en potencia, un hombre que parte de la razón, del corazón. El hombre que deja la posición cómoda y fácil que crea una plaza en la universidad: sueldo seguro, estatus, viajes y conferencias, oficialismo... Renuncia a todo esto ante la estupefactación de los de su alrededor para vivir la única vida que sabe vivir, una vida artística, donde la poesía y la realidad son una misma cosa. Donde la música, la construcción de versos y el pensamiento conviven las 24 horas del día. En conseqüencia Obiols se lanza a vivir con la desazón y la incertidumbre del futuro, del llegar a finales de mes, de la negación de una parte de público que sólo sigue las directrices de una cultura oficial y marcada por burócratas que creen en el valor de la cultura como industria mercantil o de amigos. El mismo "oficialismo panfletario" que ante la edición este mes de febrero de su Sol de luna llen Poesía (1974-1999) (Ediciones Els Llums, 2015), que comprende 25 años de poesía, obra ya editada, otra descatalogada o inencontrable y algún libro inédito. Completado con un excelente prólogo de Pere Rovira, epílogo de Francesc Badia y Dalmases, la portada inédita que en su día hizo Pepe Sales para ilustrar Carrer d’hivern (Llibres del Mall, 1983), o los prologuistas de lujo que en su tiempo la habían prologado: Joan Brossa y Eugenio Trias. Todo ello con cabeceras en cada uno de los libros que forman este Sol de lluna ple realizadas por el propio autor, en un intento por aclarar lo que se puede encontrar el lector y darnos más información y detalles.
Ante una obra de esta magnitud, sorprenden algunas esperas:
"Ya me lo miraré",
"Ya tenemos completo el" cupo" de crítica poética de este mes"
"Tendrá que esperar"
El de la televisión que dice que ya entrevistamos un poeta que es el oficial y el que gusta y hasta dentro de tres meses o vete a saber cuanto no toca otro y si eres tú, gracias.
El de la directora de la Institución tal, que tiene mucho trabajo y ya veremos si se lo puede mirar un día de estos...
El de aquí no saldrá porque la poesía no vende y no le podemos dedicar demasiado espacio.
El ya buscaremos la manera de incluirlo en algún momento (te hacen el favor).
No todo es eso, también hay quien lo coge con ganas y dedica lo que hay que dedicar. También te puedes encontrar al que realmente le gustaría y no puede hacer algo para que lo tienen a régimen.
En fin, dejando de lado el lamento, seguiremos caminando, disfrutando de obras auténticas como la que nos ofrece el amigo Obiols.
Empezaba estas líneas hablando del febrero de Obiols, tanto por la publicación de este Sol de luna ple Poesía (1974-1999) como para otro evento interesantísimo, el concierto que hará Víctor Bocanegra este viernes 20 de febrero con la jazzensamblegranollers dirigida por Joan Sanmartí donde visitarán algunos de los "pequeños hits" de Víctor Bocanegra. Una oportunidad única, aunque espero que no sea la última de ver a Víctor Bocanegra secundado por una orquesta dirigida por el maestro Sanmartí.